PSICOTERAPIA
Donde haya personas habrá conflictos. Los conflictos aparecen entre los hombres y sus almas. La base de todos los conflictos es la defectuosidad del alma, su imperfección.
El alma humana no es buena per se, aunque tampoco es mala en su totalidad, sino que en ella viven fuerzas buenas y malas, belleza y fealdad, momentos estelares de la humanidad e inconcebibles crueldades.

El jardín de nuestra psique es diverso y multiforme. El alma rara vez se expresa en sus desviaciones mas extremas, más bien suele mostrarse embotada, apática y pasiva. Precisamente en nuestros días el alma humana pasa por una vehemente situación de crisis. Las responsabilidades que hoy la humanidad comparte como un todo tanto en la vida privada, en la profesional en este tiempo que vive son tan grandes, que la mayoría no logran dominarlas.
Esta es la razón por la que los trastornos psíquicos van en un aumento progresivo imparable. Trastorno límite de personalidad, personalidad múltiple, hiperactividad, miedo, trastornos depresivos y un debilitamiento volitivo general aparecen como fenómeno de nuestro tiempo, lo que demuestra que como persona no resulta fácil el gobierno de la propia trayectoria biográfica.
La Psicoterapia Antroposófica es una ayuda al desarrollo de la Psique, desorientada y perdida temporalmente en su relación con el mundo o en situación de crisis o de enfermedad corporal o anímica. Psicoterapia desde la Antroposofía es servir al paciente, orientándole de forma individual en una situación concreta de crisis vital o de enfermedad. Para alcanzar esa meta en el encuentro con el paciente, intenta crear una imagen clara a partir de los aspectos vitales, anímicos y espiritual- biográficos a fin de ganar desde el Alma Consciente una postura interna y orientaciones válidas ante las crisis y enfermedades.
Psicoterapia desde la Antroposofía es Psicoterapia desde el Alma Consciente. Alcanzar una conciencia clara de las sensaciones, pensamientos y voluntad en los que la vida pueda verse reflejada desde el conocimiento, pudiendo convertirse en una fuente de nuevas capacidades, necesarias para poder soportar y vencer una enfermedad y una crisis.