MÉDICOS JÓVENES Y ESTUDIANTES

Muchos de los estudiantes de las ciencias de la salud que entran a estudiar con su corazón henchido de ideales y de sed de comprender la VIDA, pretenden orientar este fuerte impulso hacia una entrega en el servicio a los demás. Pero al poco andar, y si se tiene la adecuada sensibilidad, ya se encuentran con la experiencia de chocar contra algo duro y ajeno que está fuera de ellos y luego que tendrán que incorporar. Así, los grandes sueños y anhelos que guardaban dentro de lo más profundo, se estrellan contra la cruda realidad de las disciplinas impartidas que difícilmente despegan de lo estrictamente material y que, además, poco alimentan lo más profundo de nosotros. Entonces comienza el desgano, la falta de vitalidad y el conformismo.

Y el choque del que hablo es contra una imagen del hombre reducida, y hasta enferma. En el cual el ser humano se nos muestra como una compleja cascada de moléculas y mecanismos aparatosos, por el lado de lo puramente científico; y por otro lado se nos presentan los otros aspectos que “completan” esta imagen, pero que realmente está fragmentada y desgajada entre las distintas disciplinas (embriología, anatomía, fisiopatología, bioética, psicología, evolución, etc) que no se articulan entre sí formando un todo que es poco coherente, incompleto y sin sentido. Y es con ésta imagen del hombre con la cual luego vamos al encuentro con la cama del enfermo y continuamos el estudio de las patologías. Nos sometemos a una enseñanza de la salud que está completamente desarticulada y enajenada del hombre; con una visión de la salud enferma.
Ante ésta carencia de sentido y este agotamiento, algunos buscan y lo hacen con ahínco para que no se apague el fuego ardiente que mantiene latiendo con fuerza los móviles más profundos. Algunos buscan que la sed no se apague, ya que comprenden que esta sed es la que los guía y los devuelve al camino.

En este camino del estudio de las ciencias de la salud, uno debe sacrificar y dejar muchas cosas de lado para, poco a poco, ir adquiriendo las responsabilidades intrínsecas de la profesión; pero ¿debemos dejar de lado esas preguntas que alguna vez, como relámpago, nos conmocionaron? ¿dejaremos “para después” las búsquedas en los senderos del autoconocimiento y la comprensión sana de la VIDA? ¿nos conformaremos con lo que se nos entrega en nuestra formación como promotores de salud? Frente a las respuestas a éstas preguntas, debemos cuestionarnos sinceramente si es un camino SANO por el cual se orientará nuestra vida. Más que críticas hostiles y superfluas preguntas retóricas, esto es una invitación a seguir buscando.

¡Nunca te canses!

La Antroposofía es un camino seguro y profundo por el cual se puede ampliar la visión del hombre y el estudio de las ciencias de la salud. Hay muchos cursos, congresos, charlas y actividades para complementar tu estudio y formación. Esto es una invitación, las puertas están abiertas. Puedes contactarte conmigo para comunicarte con otros estudiantes y para recibir información y compartir experiencias.  

Claudio San Martín

Coordina: Cristobal Cuadrado (cristobalcuadrado@gmail.com)